Por otro lado, los activos de mala calidad -como ya sabemos también- serán liquidados. En esa línea se anunció el cierre de la sede de San Carlos. Las restantes 17 agencias permanecerán abiertas. Al menos por ahora. Así de contundentes las acciones que se siguen para ir despejando en lo posible la compleja situación de asfixia en la que cayó la cooperativa, gracias a los pésimos (y ocultos) manejos de sus dirigentes.
Pero, por supuesto, eso no despeja todas las incertidumbres. El punto de dolor de la resolución son las grandes sumas que tenían allí invertidas las asociaciones solidaristas. Según la Federación Costarricense de Asociaciones Solidaristas (FECASPRI), visualizan la posibilidad de recibir el 75 % de las inversiones que realizaron, aunque expertos en la materia no son tan optimistas.
En ese carrusel de noticias transcurren las emociones de las 168 mil personas inversionistas y ahorrantes. Para aportar más elementos de análisis acerca del proceso conversaremos con el economista, José Luis Arce.
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