El crítico caso de la contaminación del agua con xilenos en Goicoechea, Moravia y Tibás se podría repetir en otros lugares del país, dadas las grietas y fugas que evidencia una política pública que debería ser potente y cristalina, pero que evidentemente ha venido a menos en los últimos años.
Enormes vulnerabilidades desbordan un sector que requiere de una rectoría fuerte, lo que por supuesto va más allá de la decisión política coyuntural de conformar un comité o comisión que acompañe al nuevo presidente de AyA, en el que -por cierto- se cedió un espacio a la Cámara de la Construcción, lo que en la práctica implicaría que un actor privado tomara parte en la adopción de decisiones de política pública.
Abriendo más el tubo, hay que poner atención en las postergadas inversiones de proyectos importantísimos como Orosi II, para garantizar el suministro del líquido a la Gran Área Metropolitana y recuperar la pérdida en la cobertura de agua potable a nivel nacional que solo del año 2021 al 2022, cayó de 95,7 % a un 89,9 %.
Urge restablecer la planificación, tanto como la regulación de actividades productivas riesgosas, y también reforzar el tratamiento, el monitoreo de la calidad de las aguas y, por supuesto, ajustar nuestra obsoleta legislación, para una adecuada gestión de cuencas y protección efectiva de fuentes de agua.
Continuamos conversando del tema con doña Yamileth Astorga, ex presidenta de AyA y nos acompaña también Edgar González, especialista en recursos hídricos.
Audio del programa