La presencia del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski en el pleno del 78° período de sesiones ordinarias de la Asamblea General de Naciones Unidas, fue tan notoria como la ausencia de cuatro de los cinco poderosos integrantes del Consejo de Seguridad. Solo el estadounidense Joe Biden se presentó a la cita, lo cual se da siempre por sentado. Ciertamente, nadie esperaba a Xi Jinping y mucho menos aún a Vladímir Putin, sobre quien pesa una orden de captura internacional, pero la ausencia de Francia y Reino Unido sí fue objeto de señalamiento.
¿Cuánto peso le otorgan los grandes hoy al multilateralismo diseñado tras la Segunda Guerra Mundial? ¿Es que acaso el G7, que se reunió en la Cumbre de Hiroshima en mayo, o el G20, que se encontró hace apenas dos semanas en la India, concitan hoy más interés que congregarse alrededor de los muy limitados alcances de los objetivos de desarrollo sostenible, que evidencian retrasos prácticamente en todas sus metas? ¿Y qué decir de la crisis migratoria, hoy en un punto de inflexión planetaria, cuya discusión quedó fuera de los reflectores neoyorquinos de la semana?
Bregando con sus márgenes de maniobra, el Secretario General, Antonio Guterres, mantuvo en alto la bandera de la lucha por enfrentar los alcances del cambio climático y el calentamiento global. No solo como eje central de las deliberaciones, de las que por cierto excluyó a Costa Rica y a otras naciones por considerar que no muestran hoy un compromiso real en la materia, sino también con la realización paralela del Foro de Acción Climática, del que sí formo parte el expresidente Carlos Alvarado.
Lo cierto es que la pasarela de mandatarios en la esperada semana de sesiones y en el centenar de reuniones de carácter bilateral que marcan la convocatoria habitualmente, levantó como cada año reivindicaciones del sur global presionando para obtener un mejor trato de los países desarrollados en temas como el manejo de la deuda, las ayudas financieras y el intercambio tecnológico.
Pero antes de apagar las luces del evento, ya el foco estaba situado en Washington, donde la guerra entre Rusia y Ucrania siguió siendo el motivo de debate entre republicanos y demócratas con la visita en la capital del presidente ucraniano y sus reiteradas peticiones de ayuda para continuar la batalla por la desocupación de su territorio.
Para hacer el repaso internacional de la semana conversamos con el ex embajador ante Naciones Unidas, Eduardo Ulibarri Bilbao.
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