Las lluvias han sido permanentes estos días, por la influencia de las ondas 24 y 25, en el territorio nacional.
El desprendimiento y el deslizamiento de materiales en el Parque Nacional Juan Blanco Castro, cuyas dimensiones varían desde 42 hectáreas, según geólogos de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) hasta al menos 200 (con potencial de aumentar) de acuerdo con especialistas de la región, constituye una situación de alerta.
Los aguaceros de las últimas horas han ayudado al arrastre de materiales por el cauce del Río Aguas Zarcas, y consecuentemente el temor y la solicitud de familias y comunidades amenazadas, de una declaratoria de emergencia.
Las comunidades de Calle Hernández y Calle Carvajal tendrán un simulacro este viernes, y se mantiene vigilancia en otras poblaciones como Boca Tapada, Boca San Carlos, Cureña y Cureñita.
Faltan meses para que la montaña se compacte y para contar con un panorama más preciso de las acciones urgentes a implementar, conversamos con Lidier Esquivel, experimentado geólogo, de la Comisión Nacional de Emergencias.
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