Puesto en una balanza el primer informe a la Nación del presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, esta no queda equilibrada.
El mandatario la balancea de la forma en que mejor se acomode a la ya tradicional narrativa de la Administración.
La inclina en contra para señalar que el deterioro democrático e institucional es responsabilidad de quienes gobernaron y tuvieron puestos en gremios y sector empresarial, en el pasado. A su favor, hasta el paroxismo de decir que para curar “esa herida de nuestra democracia, desde el primer día nos propusimos trabajar para los nadies, para los invisibles, para los que han esperado demasiado por una oportunidad de surgir y prosperar”, apelando a su grupo más leal.
La inclina a su favor para indicar, que en un año y debido a la gestión gubernamental, hay indicadores positivos, incluso algunos que superan a otros países.
La inclina en contra de haber recibido un país deteriorado del gobierno de Carlos Alvarado; pero la inclina a su favor, para atribuirse logros fiscales y de mejora económica, que vienen dando resultado por decisiones y costos políticos que asumió ese gobierno.
Igual con el proyecto Agua para Guanacaste, cuya concepción, planificación y arranque viene de 7 años atrás y, con solo cambiarle el nombre que hizo en julio pasado, indica que lo mejoró.
Así discurre en las 27 páginas que leyó en el plenario legislativo y se amplifica en el informe de 130 páginas que entregó y será, sin duda alguna, la materia prima de discusión de la agenda nacional de estos días.
Para aportar puntos de vista conversaremos con el analista Eduardo Ulibarri.
El mandatario la balancea de la forma en que mejor se acomode a la ya tradicional narrativa de la Administración.
La inclina en contra para señalar que el deterioro democrático e institucional es responsabilidad de quienes gobernaron y tuvieron puestos en gremios y sector empresarial, en el pasado. A su favor, hasta el paroxismo de decir que para curar “esa herida de nuestra democracia, desde el primer día nos propusimos trabajar para los nadies, para los invisibles, para los que han esperado demasiado por una oportunidad de surgir y prosperar”, apelando a su grupo más leal.
La inclina a su favor para indicar, que en un año y debido a la gestión gubernamental, hay indicadores positivos, incluso algunos que superan a otros países.
La inclina en contra de haber recibido un país deteriorado del gobierno de Carlos Alvarado; pero la inclina a su favor, para atribuirse logros fiscales y de mejora económica, que vienen dando resultado por decisiones y costos políticos que asumió ese gobierno.
Igual con el proyecto Agua para Guanacaste, cuya concepción, planificación y arranque viene de 7 años atrás y, con solo cambiarle el nombre que hizo en julio pasado, indica que lo mejoró.
Así discurre en las 27 páginas que leyó en el plenario legislativo y se amplifica en el informe de 130 páginas que entregó y será, sin duda alguna, la materia prima de discusión de la agenda nacional de estos días.
Para aportar puntos de vista conversaremos con el analista Eduardo Ulibarri.