A casi un año de la Administración Chaves Robles ya su estilo es más evidente:
-El presidente como un actor relevante, que impone temas y fechas para cumplir acciones a sus jerarcas.
-Separación de jerarcas que lo enfrentan o invitación a salir, a quienes no dan la talla a sus exigencias. En promedio dos por mes (total 20 en 10 meses).
- Confrontación directa con representantes de los supremos poderes del Estado.
- Una débil negociación en la Asamblea Legislativa.
- Presentación casi nula de proyectos de ley por parte del Poder Ejecutivo y la fracción oficialista.
- Poca tolerancia y descalificación a las instituciones o personas que le investigan, señalan o cuestionan.
- Promoción directa de un conflicto y amenazas veladas con algunos sectores de la prensa y periodistas.
- Defensa a sectores productivos que por ahora le son afines.
- Actitud recurrente de trasladar culpas a otros, sin asumir las propias responsabilidades, como el reciente caso de la inclusión de Costa Rica en la lista gris de la Unión. Europea.
-Puentes de diálogo debilitados, otros que se han dinamitado y por delante tres años de gestión gubernamental que podría navegar en aguas tranquilas o turbulentas, con implicaciones de mediano y largo plazo. Y en el muy corto plazo, el horizonte de las elecciones municipales.
Ahondaremos con el politólogo, Sergio Araya.