Bajo la sugestiva designación de "Cumbre de los Tres Amigos", México fue escenario este noticioso martes del encuentro de los mandatarios Justin Trudeau, Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador. Un augurio de buenos propósitos frente a los grandes desafíos de la esquina superior del continente. ¿Qué dejó en concreto la connotada cita?
En el sur, mientras tanto, arde casi todo. En Brasil, los ecos del asalto a las instituciones democráticas del domingo y el temor de nuevas asonadas mantienen en vilo a gran parte del mundo. Los detenidos llegaron a 1,500 y aunque varios centenares fueron liberados, aún queda un millar bajo arresto. Un exministro de la administración anterior fue detenido por su participación en los hechos y Jair Bolsonaro, anuncia que adelantará su regreso al país, mientras el Presidente Lula da Silva conduce la primera crisis de su tercer mandato.
Perú, que no encuentra tranquilidad tras la salida del poder de Pedro Castillo de nuevo vive toque de queda. Esta vez en la región Aymara de Puno, en la frontera con Bolivia, donde -por cierto- también continúan manifestaciones que nuevamente terminaron en enfrentamientos. Volviendo a Perú, hasta ahora ascienden a 47 los muertos por las protestas del último mes. Y el gobierno de Dina Boluarte requiere un balón de oxígeno para sostenerse y por ello busca un voto de confianza del Congreso.
Como si lo anterior fuera poco, en Colombia, la vicepresidenta Francia Márquez denunció un complot atentatorio contra su vida.
Sin mencionar nuestros propios y peculiares sobresaltos políticos, esto es algo de lo que sucede solo en las últimas horas y de lo que pretendemos abordar con el politólogo Jesús Guzmán.
En el sur, mientras tanto, arde casi todo. En Brasil, los ecos del asalto a las instituciones democráticas del domingo y el temor de nuevas asonadas mantienen en vilo a gran parte del mundo. Los detenidos llegaron a 1,500 y aunque varios centenares fueron liberados, aún queda un millar bajo arresto. Un exministro de la administración anterior fue detenido por su participación en los hechos y Jair Bolsonaro, anuncia que adelantará su regreso al país, mientras el Presidente Lula da Silva conduce la primera crisis de su tercer mandato.
Perú, que no encuentra tranquilidad tras la salida del poder de Pedro Castillo de nuevo vive toque de queda. Esta vez en la región Aymara de Puno, en la frontera con Bolivia, donde -por cierto- también continúan manifestaciones que nuevamente terminaron en enfrentamientos. Volviendo a Perú, hasta ahora ascienden a 47 los muertos por las protestas del último mes. Y el gobierno de Dina Boluarte requiere un balón de oxígeno para sostenerse y por ello busca un voto de confianza del Congreso.
Como si lo anterior fuera poco, en Colombia, la vicepresidenta Francia Márquez denunció un complot atentatorio contra su vida.
Sin mencionar nuestros propios y peculiares sobresaltos políticos, esto es algo de lo que sucede solo en las últimas horas y de lo que pretendemos abordar con el politólogo Jesús Guzmán.