Álvaro Ramos Chaves se desempeñaba como Experto Técnico en Financiamiento de la Protección Social de la Organización Internacional del Trabajo. Lo hacía desde la sede central de ese organismo mundial con sede en Ginebra, Suiza. Sobra decir, que era un importante cargo con proyección de crecimiento.
Pero un día recibió la llamada del electo presidente de Costa Rica y no pudo decir que no al ofrecimiento de regresar al país para ser el Presidente Ejecutivo de la Caja Costarricense del Seguro Social.
Podríamos decir que lo demás es historia, como se acostumbra. Pero no. Todavía a este amargo relato de su vida le faltan capítulos. Ahora el Mandatario, que lo elogió como uno de sus fichajes, lo quiere ver ante los tribunales. O es lo que se supone. Porque anunció que lo va a demandar; aunque no lo ha hecho.
Pero un día recibió la llamada del electo presidente de Costa Rica y no pudo decir que no al ofrecimiento de regresar al país para ser el Presidente Ejecutivo de la Caja Costarricense del Seguro Social.
Podríamos decir que lo demás es historia, como se acostumbra. Pero no. Todavía a este amargo relato de su vida le faltan capítulos. Ahora el Mandatario, que lo elogió como uno de sus fichajes, lo quiere ver ante los tribunales. O es lo que se supone. Porque anunció que lo va a demandar; aunque no lo ha hecho.