Este mes de noviembre, que ya cierra, marcó el hito de contarnos como parte de los ocho mil millones de habitantes que habitamos nuestra casa común.
Somos, claro está, un punto diminuto del globo terráqueo. Y no solo eso, nos resultará lentísimo y tal vez imposible llegar a sumar los 6 millones.
Esto es así por cuanto nuestra tasa de fecundidad es una de las más bajas del mundo y todo pareciera apuntar a que ni siquiera con el soporte de la natalidad de la población migrante que hace parte de nuestro conglomerado poblacional podríamos alcanzar una tasa suficiente para llegar (como se estimó allá por el 2018 cuando alcanzamos los 5 millones) a adicionar un millón más en el 2046.
¿Y por qué sucede esto? Y más aún, ¿por qué es importante considerar la variable demográfica para hacer sostenible nuestra convivencia y pacto social?
Un tema apasionante del que debemos aprender mucho. Lo abordamos este miércoles con el experto demógrafo Luis Rosero Bixby.
Somos, claro está, un punto diminuto del globo terráqueo. Y no solo eso, nos resultará lentísimo y tal vez imposible llegar a sumar los 6 millones.
Esto es así por cuanto nuestra tasa de fecundidad es una de las más bajas del mundo y todo pareciera apuntar a que ni siquiera con el soporte de la natalidad de la población migrante que hace parte de nuestro conglomerado poblacional podríamos alcanzar una tasa suficiente para llegar (como se estimó allá por el 2018 cuando alcanzamos los 5 millones) a adicionar un millón más en el 2046.
¿Y por qué sucede esto? Y más aún, ¿por qué es importante considerar la variable demográfica para hacer sostenible nuestra convivencia y pacto social?
Un tema apasionante del que debemos aprender mucho. Lo abordamos este miércoles con el experto demógrafo Luis Rosero Bixby.