Aunque han transcurrido menos de treinta años del florecimiento de muchas de las democracias occidentales -particularmente en América Latina- hoy sabemos que prácticamente todas ellas, en mayor o menor grado, enfrentan un retroceso producto de una serie de factores que se han encadenado, como una tormenta que amenaza cada vez más la estabilidad y, en no pocos casos, hasta las bases de la convivencia misma.
Costa Rica no escapa en absoluto a esa realidad y si bien es cierto contamos con poderosas herramientas de solvencia institucional, también aquí los ciudadanos mostramos distintos grados de insatisfacción para con los dividendos de la calidad de vida; lo que vemos reflejado en el enorme espejo de la desigualdad y las limitaciones de oportunidades para el mayor número.
¿Cómo se explica el fenómeno del retroceso democrático global y cómo encararlo en nuestro caso particular? Jorge Vargas Cullel, Director del Estado de la Nación, nos da las claves.
Costa Rica no escapa en absoluto a esa realidad y si bien es cierto contamos con poderosas herramientas de solvencia institucional, también aquí los ciudadanos mostramos distintos grados de insatisfacción para con los dividendos de la calidad de vida; lo que vemos reflejado en el enorme espejo de la desigualdad y las limitaciones de oportunidades para el mayor número.
¿Cómo se explica el fenómeno del retroceso democrático global y cómo encararlo en nuestro caso particular? Jorge Vargas Cullel, Director del Estado de la Nación, nos da las claves.