El último día de agosto, queda sellado como uno de los más noticiosos en el calendario de los hechos políticos latinoamericanos del 2016.
Y no es que la confirmación de la destitución de la ahora ex Presidenta brasileña Dilma Rousseff fuera sorpresiva; pero ello no implica que no sea un hecho histórico. La única concesión del Senado carioca fue no inhabilitarla para ejercer cargos en el futuro.
No será nada sencillo para el sucesor Michel Temer lograr, como pretende, reactivar el venido a menos aparato económico de la gran nación del sur, porque la trama de corrupción es gigantesca y lo persigue a él y a su partido político, tanto que según recientes publicaciones, el empresario más importante del país, Marcelo Odebrecht (acusado de sobornar a muchos políticos) estaría dispuesto a denunciar al endeble nuevo Mandatario.
Un clima de tensión y temor se vive también en Venezuela con más de 30 detenidos en la víspera de la gran marcha en la que la oposición espera llenar este jueves las calles para exigir al Consejo Nacional Electoral que apure el referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro.
Como si esto no fuera bastante, tampoco queda fuera del rompecabezas macondiano, la sorpresiva y absurda invitación del Presidente Enrique Peña Nieto a Donald Trump, el controversial candidato republicano, que se dio el lujo de reiterarle a los mexicanos en su propio Palacio Presidencial que les construirá un muro y deportara a cuanto irregular se encuentre, si llega a ganar las elecciones.
De estas realidades paralelas, conversamos con el periodista experto en análisis internacional, Gilberto Lopes en Hablando Claro.
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