Nadie debería sorprenderse de la llegada a Víctor Morales como ministro de Presidencia después de los 15 meses deficitarios de Rodolfo Piza en ese puesto tan lleno de complicaciones y a la vez tan importante para una buena gestión gubernamental.
Morales fue el jefe de campaña de Carlos Alvarado y su principal carta legislativa, ha sido su ficha de confianza en la Asamblea Legislativa y ahora será su operador, vocero y articulador, o eso debería. No es solo un cambio de nombre, el nuevo ministro de la Presidencia parece más un reajuste en los métodos, sobre todo en este momento.
Su prioridad será impulsar políticas de empleo, dijo el jueves pasado durante el acto de bienvenida. El desafío está en los 'cómos', los 'cuándos', y los 'dóndes'. Muchas interrogantes merodean a Morales en este nuevo puesto y algunas podremos plantearlas este lunes en nuestro Hablando Claro.