Por Allan Astorga, Geólogo ambiental, Especialista en Evaluación Ambiental.
Ante el conflicto socio ambiental que se ha dado con el caso de la construcción de la nueva Facultad de Odontología en la zona arbolada de la Finca 3 de la UCR, y en razón de que el suscrito coordinó el Estudio de Base Ambiental territorial del Plan de Ordenamiento Territorial de la Gran Área Metropolitana (PRUGAM) aprobado por la Secretaría Técnica Nacional (SETENA) en el año 2009, y con el ánimo de aportar proactivamente a la búsqueda de soluciones a esta situación, se desea señalar lo siguiente:
En primer lugar, el cantón de Montes de Oca, como parte de la Gran Área Metropolitana (GAM), cuenta desde el 2009 con un mapa de zonificación de fragilidad ambiental elaborada por el PRUGAM a una escala 1:10.000, que es una escala de suficiente detalle para ser utilizada como criterio para decisión del uso del suelo, ya que es la escala que comúnmente se emplea para la elaboración de planes reguladores.
Dicha zonificación de fragilidad ambiental del cantón de Montes de Oca fue debidamente aprobada por SETENA, mediante las resoluciones: a) No. 1308 – 2009 SETENA, del 9 de junio del 2009; b) No. 1532 – 2009 SETENA, del 7 de julio del 2009 y; c) No. 2748 – 2009 SETENA, del 18 de noviembre del 2009. Estas resoluciones, según el artículo 19 de la Ley Orgánica del Ambiente, son de acatamiento obligatorio para todas las partes, y se encuentran vigentes.
Además, el Poder Ejecutivo, en el año 2013 promulgó la Directriz No. 35 – MIVAH – PLAN, cuyo artículo único, señala que: “en toda política, plan, programa o proyecto relacionado con materia de ordenamiento territorial y desarrollo urbano del Gran Área Metropolitana se deben tomar en consideración como insumos los productos generados por el "Proyecto de Planificación Urbana Regional de la Gran Área Metropolitana de Costa Rica (PRUGAM)", que se encuentran disponibles en el siguiente sitio electrónico: http://www.mivah.go.cr/PRUGAM_Productos.shtml”.
En el caso en cuestión, existía obligación de la UCR, como parte de la planificación del proyecto, verificar la localización del área del proyecto de la Facultad de Odontología, respecto a la zonificación ambiental vigente y aprobada para el cantón de Montes de Oca.
Con solo hacer una simple sobreposición de mapas, es posible verificar la situación de la huella del proyecto, respecto a la zonificación de fragilidad ambiental vigente y vinculante. Se observa con toda claridad que aproximadamente el 60 % del área del proyecto se localiza en la Zona Ambiental II – G, un 20 % en la Zona I – A y un 20 % en la Zona III – B.
La zona I – A es de muy alta fragilidad ambiental y, en este caso, no es apta para desarrollo urbano. Por su parte, la zona II – G es una zona de Alta Fragilidad Ambiental, por ser una zona verde y arbolada, inmersa en una zona urbano, por lo que el lineamiento de uso es dejarla como tal y más bien darle mantenimiento a fin de que sirviera como refugio de vida silvestre y área verde de uso humano.
De esta manera, el 80 % del área del proyecto NO ES COMPATIBLE con el uso del suelo ambientalmente planificado para el terreno, por lo que claramente se ha cometido un muy serio error al momento de planificar y tomar decisiones para el proyecto.
Lo paradójico de esto es que la otra Zona III-B, de moderada fragilidad ambiental, si es apta para el desarrollo urbano, permitiendo el lineamiento ambiental de uso aprobado, cobertura del 70 % y posibilidad de construcciones de hasta 14 pisos, con lo cual el tema del desarrollo de la Facultad de Odontología se podría haber resuelto!
También es importante señalar que al haberse omitido la zonificación de fragilidad ambiental como parte de la toma de decisiones clave para el desarrollo del proyecto, tanto por parte de la UCR como de la Municipalidad de Montes de Oca como por la misma SETENA y, al haberse realizado una tala de árboles en parte del área del proyecto, se ha generado un daño ambiental de alta significancia.
Por lo anterior, es criterio del autor que en el proceso de planeación y tramite de permisos para el desarrollo del proyecto señalado se han cometido muy serios errores y omisiones de índole ambiental, dado que no existe compatibilidad ambiental entre el proyecto a desarrollar y la condición ambiental del área en que se desea localizar. Algo que, para una casa de estudios como la Universidad de Costa Rica, llamada a dar el mejor ejemplo posible en temas de planificación y desarrollo sustentable, resulta incomprensible y, sinceramente, imperdonable. Este error debería ser corregido y, además, nunca más repetido.