Hace cinco años la presidenta Laura Chinchilla estaba en los meses finales de su gobierno y enfrentaba numerosas críticas, incluso desde su mismo partido. Finalizaba su gestión con varios planes de infraestructura encaminados y otros frustrados, sin haber podido aprobar una reforma fiscal y con las alarmas fiscales en color naranja.
Pudo bajar la tasa de homicidios y posicionar el concepto “red de cuido” que aún parece necesario para impulsar el empleo de las mujeres. Las frustraciones populares con el rendimiento político, sin embargo, le jugaban en contra. Concluía un gobierno record en protesta social y nadie podía adivinar todo lo que pasaría después.
Ahora lo sabemos. Los números fiscales pasaron de amarillo a rojo fuego, el apoyo al sistema político siguió deteriorándose y vendrían dos gobiernos PAC muy distintos entre sí; casi tanto con la administración Chinchilla con la de su antecesor Óscar Arias.
Su PLN encarna muchos de los dilemas de nuestro sistema democrático y las circunstancias se han complejizado mucho, aunque quizá la expresidenta tenga una mirada relativa después de haber presenciado en primera fila las recientes elecciones en Brasil y el triunfo de Jair Bolsonaro.
Con la exmandataria haremos un sobrevuelo sobre los desafíos políticos del momento en el país, sus finanzas, la inacabable huelga de los maestros, los planes de impulso social y los caminos posibles para llevar soluciones, sean populares o no.