No fue en absoluto sorpresa ni siquiera porque obtuviera una victoria tan holgada como para sumar dos dígitos frente a su adversario. Jair Bolsonaro es el Presidente Electo de Brasil. Como todo hacía prever.
Un Brasil polarizado y sin visos de reconciliación: el victorioso no citó al perdedor. El derrotado no felicitó al designado.
Fernando Haddad del otrora poderosísimo Partido de los Trabajadores dijo que "ejercerán ciudadanía"; en alusión a fiscalización y control férreo respecto de la observancia de los fundamentos democráticos y respeto a los derechos humanos.
Bolsonaro aseguró (menos mal) que su gobierno será "constitucional y democrático". Biblia en mano y con alusiones frequentísimas a Dios, quién será Presidente de la novena economía del mundo, dijo que Brasil no seguirá coqueteando con el socialismo, el extremismo de izquierda, o el populismo ; calificativo éste último que lo ha marcado a él mismo por su discurso incendiario.
Lo cierto es que más allá de lo ocurrido este domingo en Brasil. prácticamente en todos los países de América del Sur, el proyecto progresista y de diversos tonos de izquierda, ha dado paso al retorno de signos conservadores. Los signos de los tiempos también en otras latitudes.
Para analizar el resultado electoral carioca conversamos con el Dr. Carlos Murillo experto en relaciones internacionales, Director del Doctorado en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad de Costa Rica.