A Rodrigo Cubero nadie le tiene que explicar qué piensan los organismos financieros internacionales sobre la economía de Costa Rica. El presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR) fue hasta hace unos meses jefe de un departamento en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y puede prever cómo se está mirando la situación en nuestro país, con nuestro déficit, nuestro endeudamiento, nuestro plan fiscal y nuestra huelga.
Lo vimos en televisión el martes al anunciar la activación de “letras del tesoro”, el préstamo de emergencia al Gobierno central por 498.000 millones de colones para darle liquidez en momentos en que los mercados nos miran con cierta desconfianza y la traducen en tasas altas.
Economistas independientes advierten sobre el riesgo de alterar la estabilidad de la inflación, de las tasas internas o incluso del tipo de cambio, que ya ha registrado un leve incremento desde el lunes. Los agentes económicos (incluidos nosotros como individuos) tienen mucho de emocionales, aunque las mediciones se reflejen en números helados.
¿Cómo evitar que los mercados se asusten (más)? ¿Cómo compensar la emisión de moneda “artificial” por 498.000 millones de colones? ¿Estamos aliviando un dolor y provocando otro? Nos lo responde el propio jerarca del BCCR.