Amaneceremos con huelga. Pequeña como desean muchos o grande como prometen los dirigentes sindicales; necesaria como alegan estos o ilegal como la calificó el presidente Carlos Alvarado. Inocua o eficaz, duradera o fugaz, pero huelga al fin.
Los organizadores de la huelga pretenden paralizar servicios como medida de presión contra la política fiscal del Gobierno. En juego está también el poder de convocatoria de líderes gremiales.
Desde la Presidencia mantendrán un monitoreo de los efectos y los mensajes. Parte de esas impresiones las tendremos de primera mano con el Ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza.