El panorama es tan sombrío que ya no podemos esperar a que aclaren los nublados del día y por ello es más que urgente que la Asamblea Legislativa avance en la búsqueda de soluciones y no en la persecución de culpables, en el afán de encontrar sangre.
Quien así lo afirma es la Contralora General de la República que al liberar la semana pasada el "Informe Semestral sobre la situación fiscal y presupuestaria del sector público", se encontró con la realidad de que estamos en tiempos de linchamiento y su voz de alarma más bien se interpretó como una que lideraba las torpes recriminaciones contra la Ministra de Hacienda por cumplir con su obligación de pagar 182 mil millones de colones en bonos de deuda pública vencidos sin contar con autorización legislativa.
"Hubiera sido nefasto para el país no afrontar esa obligación", aclara una y otra vez para ver si acaso es posible separar paja de grano y continuar adelante con la ya tardía tarea de aprobar la reforma fiscal.