Fotografía: Semanario Universidad
La Presidenta de la Sala Tercera Penal de la Corte Suprema de Justicia es investigada por tráfico de influencias. Doris Arias ya no sólo enfrenta una posible suspensión de dos meses sin goce de salario por la desestimación de un expediente relacionado con el negociado del cemento.
Arias y la también magistrada María Elena Gómez acudieron en dos madrugadas distintas al mismo despacho judicial (adonde el mismo juez interino en disponibilidad) y recibieron la misma medida cautelar: la suspensión de la suspensión laboral de dos meses; medida que -por lo demás- ni siquiera se les había notificado y que por tanto no se iba a ejecutar aún.
Esto no es un juego de laberinto. No es ficción. Esto está pasando en el Poder Judicial. Tan no es juego, que el Ministerio Público intervino y secuestro documentos en el despacho del ahora conocido juez interino Alcebith Godínez en busca de las pruebas de los eventuales delitos de tráfico de influencias y prevaricato.