Una balacera típica de enfrentamientos entre bandas con cuatro víctimas mortales conmocionó el jueves a los habitantes de la otrora tranquilísima comarca de San Ramón de Alajuela.
Pero no sólo allí, hubo sangre y fuego. En dos días de la semana pasada, once personas en total fueron asesinadas, con lo que el total de muertes violentas de estos cinco meses del año ya llega a 248.
Obviamente, cuando las alarmas se activan por una ola de violencia inusitada, la ciudadanía muestra no sólo su repudio, sino un natural temor que lleva a clamar por medidas más drásticas para combatir la delincuencia.
Y como se trata de inteligencia policial y estrategias tácticas para atacar el creciente fenómeno de la actividad criminal, las policías redoblan sus esfuerzos ante lo que el propio Presidente de la República califica como "uno de los momentos más complejos en materia de seguridad ciudadana en la historia del país".