Sin perder tiempo para entrar a fondo en un posible pacto fiscal. Así se podría sintetizar el corre corre de acercamientos y reuniones para acelerar lo que el Presidente Carlos Alvarado urge como una necesaria reforma “oportuna y ojalá pronta”.
No hay duda. Este es el asunto perentorio. De modo que a los encuentros de los días previos -apenas interrumpidos este martes por una calurosa ceremonia de traspaso sencillísima pero cargada de alegría y color- se da paso a las citas en la sede del Ejecutivo en Zapote, primero con las bancadas parlamentarias de Liberación y Restauración y de seguido (hasta el viernes) con todas las demás.
Una señal precisa para confirmar el cambio de estilo de la gestión política. Los diputados volverán a pisar la Casa Presidencial; ejercicio venido a menos en los últimos años.
Urgencia. Urgencia. Urgencia. Urgencia de construir acuerdos y aprovechar para ello el buen talante que privara en los primeros días de la nueva administración.