Las iglesias han tomado el lugar del Estado como proveedoras de confianza y seguridad en las poblaciones empobrecidas de América Central. Esa es la principal conclusión de un estudio de campo realizado recientemente en cinco barriadas urbanas de igual número de países del Istmo.
El 49% de los 1,501 jóvenes consultados (14-24 años) le otorgaron más confianza al papel de las iglesias de distinta denominación -especialmente a las evangélicas- respecto del Estado, a punto que esas organizaciones religiosas solo son superadas por los grupos deportivos.
En consecuencia con la exclusión y la falta de oportunidades que viven, la mitad de los jóvenes aseguró que siguen estando dispuestos a migrar de sus países.
Al ampliar el lente, este estudio encontró una realidad compleja en la que se profundiza la desigualdad, se amplían los retos y se explican las circunstancias políticas que muestran una “Centroamérica desgarrada”; tal como se tituló el trabajo.
El entorno de los jóvenes encuestados refleja un acceso desigual a los recursos, pues en promedio el 56% de ellas y el 44% de ellos no estudian. Un ejemplo claro es el hecho de que, con excepción de La Carpio en nuestra capital, la penetración de internet deja por fuera a la mitad de la población.
Una contundente mayoría de los encuestados además, cree que la distribución de la riqueza es injusta, lo cual los lleva también a identificarse con términos más autoritarios cuando en su mayoría señalan que están de acuerdo con que la mano dura acabaría con los problemas del país. En esa línea se identifican también con la frase “No importa que el gobierno sea o no democrático, lo que importa es que resuelva problemas”.
La investigación “Demandas ciudadanas de jóvenes residentes en barriadas populares en Centroamérica”, es un proyecto del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica, coordinado por nuestro colaborador, Carlos Sandoval.
Con él y con el economista y comunicador Daniel Salazar conversamos este miércoles 14 de marzo en Hablando Claro por Radio Columbia.