Después de una cruenta batalla; del ahogado el sombrero...
En el año 2011, el Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica adoptó un acuerdo que no trascendió mayormente a la opinión pública pero que fue motivo de gran algarabía para los trabajadores de la casa superior de estudios más grande y reconocida del país: el plus salarial de la anualidad que siempre había sido del 3% se aumentó casi al doble: al 5.5% .
Pero claro, el soporte presupuestario para hacerle frente a una erogación multimillonaria como la que implicó ese jugoso incremento, había que sacarlo del mismo plan de gastos; así empezó a aderezarse un problema mayúsculo de recursos económicos pues la planilla universitaria empezó a engordar desmedidamente.
Echar atrás lo andado en este camino - considerando la situación fiscal del país, la responsabilidad de mantener a flote las finanzas de la institución y la obligación ética de la Universidad como referente del pensamiento, la investigación y la formación académica - ha sido una guerra titánica.
Y después de una última batalla de 15 meses de duración, el viernes pasado, las autoridades y el pequeño pero muy poderoso sindicato llegaron a un acuerdo. Insuficiente. Pero posible.
La anualidad se reducirá en 1.75%. Es decir pasará del 5.5% al 3.75%. Claramente, no fue posible devolverla adonde estaba antes del óleo del 2011. Tampoco se puso límite al número de anualidades, como hubiera sido lo deseable.
La renegociación de la convención colectiva aprobada apenas seis horas antes del plazo fatal de su término, también dejó en 15 años el pago de cesantía (la mayoría de los trabajadores del país tienen ocho, aunque aún quedan varios sectores de privilegio con 15 y 20 años). Entre otras reformas, el acuerdo también avaló ampliación de beneficios de maternidad y paternidad.
Lo sucedido con el intrincado camino recorrido en la Universidad de Costa Rica para apenas reducir un poco los beneficios establecidos, es apenas un botón de muestra de lo extremadamente complejo que será para todo un país resolver su entuerto fiscal. Un Rector que tiene la razón pero no el poder, un sindicato que no tenía la razón, pero sí el poder...
Por eso, acerca de las grandes lecciones de esta negociación conversamos junto al comunicador Carlos Sandoval, con el Rector de la Universidad de Costa Rica Henning Jensen Pennington.
Los esperamos este viernes 23 de febrero a las 8 a.m. en Hablando Claro por Radio Columbia.