La radiografía posterior y detallada del reciente proceso electoral municipal da pie a una hipótesis plausible: si el 97 % de los abstencionistas fueron en su día adherentes o simpatizantes del Partido Liberación Nacional, el PLN no solo arrastra su propia debacle electoral, sino también gran parte de la desafección y la apatía en la adhesión a las urnas.
Es una hipótesis que merece más estudio, pero que no es descabellada cuando una empresa sería como la consultora Deepn, nos muestra muchos de los huesos rotos de la radiografía.
Los datos duros comparando la elección del 2020 con la del primer domingo de este febrero, nos dicen que los verdiblancos perdieron 110 mil votos y 14 alcaldías. En parte a merced de ello, la Unidad Social Cristiana logró ganar cinco alcaldías más (20 en total), pero sin crecimiento alguno (de hecho con 42 votos menos que hace 4 años). Esto demuestra la perdida de poder del bipartidismo, aunque en el caso del PUSC la tracción que perdió en la zona urbana la recuperó en las periferias.
Los otros partidos nacionales crecen en votación en Alajuela, Limón y Heredia. Un total de 41 alcaldías (82 en el 2024) cambian de partido político. 23 personas logran reelegirse, mientras que 25 no lo logran. En 21 cantones se mantiene en el poder el mismo partido.
Los datos reveladores del abstencionismo a nivel nacional son contundentes: los que menos votos recibieron fueron los cantones centrales de San José con un 73 %, Heredia con 69 % y Limón con 68 %. Mientras que en Liberia se escogió con la menor participación, apenas un 5% de los votantes, Monteverde, dio muestras de entusiasmo porque logró llevar al 42 % de los ciudadanos a las urnas, acaso por tratarse de la primera vez que se reflejaban como cantón.
Para seguir diseccionando esta elección conversamos con el investigador y analista Mario Quirós.
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