Fotografía: San Sebastián 15 octubre 2019.
Paperas, hacinamiento y derechos humanos... El brote de paperas extendido a todos los centros penitenciarios del país ha dejado al descubierto, una vez más, una realidad a la que siempre queremos dar la espalda: el terrible hacinamiento de nuestros centros de reclusión y los ingentes esfuerzos para paliar con medidas como las polémicas pero necesarísimas tobilleras, la realidad de que cada mes 800 seres humanos ingresan a unas cárceles ya saturadas.
Es como de no acabar, solo este jueves, las autoridades sanitarias reportaron 28 casos nuevos de privados de libertad con paperas para un total de 403 contagiados y casi centenar (93) de funcionarios que han sufrido la consecuencia de su trabajo.
La problemática es muy compleja. Traslados por necesidad que se contraponen a órdenes sanitarias, prisioneros que no reportan sus síntomas porque no quieren ser remitidos a aislamiento por temor a encontrarse con enemigos de los que usualmente están separados o porque simplemente no quieren dejar de lado los negocios ilícitos que ejecutan... En fin, la vida en las cárceles... Por eso señalamos que el meollo del asunto de las paperas es el hacinamiento.
¿Cómo enfrentamos la realidad penitenciaria nacional? ponemos cara a un tema que nos es difícil enfrentar como sociedad: el de cumplir con los estándares mínimos de Derechos Humanos para aquellas personas que cruzaron la línea de la ley y el estado de derecho. Con la ministra de Justicia Marcia González y el Director de Vigilancia de la Salud Rodrigo Marín conversamos en Hablando Claro.