De un lado están miles de familias sobre endeudadas. Del otro, bancos con miles de millones de colones disponibles para ser colocados. Por tanto, la iniciativa del Ejecutivo es que un proyecto de ley facilite créditos blandos para refundir deudas que alivien el ahogamiento en que viven muchos hogares (sí, por sus propias decisiones de consumo) a cambio de cuotas manejables y programas de educación financiera obligatorios. Algo así como el acompañamiento imprescindible que se proporciona cuando de dejar adicciones se trata. No está lejos de la realidad. El techo del sobre endeudamiento tiene a muchos con el agua hasta el cuello y se ha convertido –digámoslo así- en un problema de salud pública.
El proyecto fue presentado ya por el Presidente de la República a los jefes de las bancadas parlamentarias y las críticas –como suele suceder- no se hicieron esperar, en algunos casos con argumentos bastantes tergiversados. Lo cierto es que el plan de salvamento (que no sería ninguna condonación) podría naufragar en la Asamblea Legislativa si impera la actitud inicial de algunos legisladores. Pero es muy temprano como para pensar que fracasará. Por el contrario. La contundencia de los datos del muy reciente estudio del Observatorio Económico y Social de la Universidad Nacional, y de cualquier otra fuente seria consultada, no dejan lugar a dudas de que lo único no aceptable a estas alturas del sobre endeudamiento social es no hacer nada y esperar que muchas ollas de presión juntas provoquen un estallido. Que claro, podría sumarse a otros…
¿Por qué apoyar un programa de salvamento a personas y familias que se endeudaron más allá de sus posibilidades y no dejarlos por la libre para que aprendan su lección? Este jueves en #HablandoClaro lo analizamos con Danilo Montero Director de la Oficina del Consumidor Financiero y Gustavo Vargas Gerente General del Banco Nacional. A las 8 a.m. en los 98.7 F.M. de Radio Columbia.