La PreCOP de la semana pasada colocó al país en el ojo mundial de decisores políticos y organizaciones afanadas en acciones contra los efectos adversos del cambio climático. Y fue un empeño aplaudido en sus resultados. Particularmente autoridades de países y organismos multilaterales, pero también de organizaciones de jóvenes, mujeres e indígenas. Al final, un acuerdo conjunto derivó en una “Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza” que pugnará por la preservación de un 30% de la biodiversidad del planeta. En el grupo están Reino Unido, Gabón, Granada, Francia, Finlandia, Chile y por supuesto Costa Rica.
Claro, el reto mayor del orbe es lograr limitar por debajo de los 2° el aumento de las temperaturas para reducir los riesgos e impactos del cambio climático. Algo que parece imposible y que solo se logrará justamente con “ambición” una palabra clave que a decir de los asistentes al evento preparatorio de la próxima Conferencia de las Partes (COP25) a realizarse en pocas semanas en Chile, nuestro país sí ayuda a empujar.
Por múltiples razones, todas las metas son dificilísimas de alcanzar. También la costarricense, que pretende descarbonizarse en el 2050. Algo de lo que los escépticos reniegan, los molestos con la economía y sus problemas coyunturales estiman casi accesorio y, por el contrario, quienes lo abrazan con convicción aseguran que nos terminará de marcar una ruta clara que deberá trascender al menos siete gobiernos más. ¿Seremos capaces de convertir la descarbonización en una política estatal de tan largo aliento? Con el ministro de Ambiente y Energía, Carlos Manuel Rodríguez Echeverría, hacemos balance de la PreCOP.