La gente está agotada. Hay que hacer un intento por salir del tema que tiene atrapado a Costa Rica y sus redes sociales: el confesionalismo, la Guerra Santa y la polarización ideológica. No queremos que esta II Vuelta se nos vaya discutiendo lo mismo, en forma machacona y obsesiva, las 24 horas, y lleguemos al 1 de abril exhaustos, sin discutir los temas más urgentes del país. Además, eso servirá para saber realmente de qué madera están hechos ambos candidatos. No estamos eligiendo al jefe de una iglesia sino al presidente de un gobierno civil.
Quiero proponer un tema distinto al religioso: infraestructura y transporte. Es urgente. Costa Rica es un desastre, está en el puesto 20 de los 22 países de toda América Latina. Somos el antepenúltimo país de todo el Continente. Sólo la destrozada Haití y Paraguay están peor que nosotros.
Sobre infraestructura, quisiera hacer las siguientes preguntas, las mismas que hice hace dos semanas a los expertos de los partidos políticos cuando el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) nos invitó a una conferencia muy grande, 500 personas en su Auditorio y más de 120,000 seguidores en Facebook Live, para discutir propuestas. Yo no soy ingeniero ni arquitecto (soy un simple abogado...), pero hice las siguientes preguntas armado de puro sentido común:
1. ¿De dónde vamos a sacar los fondos, si Costa Rica invirtió en el último año apenas un 0,9 del PIB en infraestructura y los otros países de América Latina han invertido hasta el 4% o 5% del PIB? ¿De empréstitos? ¿De alianzas-público privadas? ¿De fondos públicos, si más bien los nuevos ingresos fiscales deberán de tapar los huecos del déficit hacendario? La pregunta es vital.
2. Si el CONAVI ha fallado y es incapaz de hacer obra pública, ¿no será lo más razonable sacar la ejecución de la obra pública del MOPT y llevársela a una Macro Unidad Ejecutora en Casa Presidencial, y que se fijen plazos perentorios?
3. Si las macro-obras de esa Unidad Ejecutora se hacen con empréstitos, ¿la clave no sería negociar en los préstamos con el BID, Banco Mundial, o con quien sea, cláusulas y condicionalidades ad/hoc que permitan acortar los trámites de adjudicación, como se hizo históricamente con la unidades ejecutoras con las que se construyeron represas u hospitales en las últimas décadas? Elllo permitiría bajar las adjudicaciones de 4 años a 6 o 9 meses y empezar los proyectos a la brevedad.
4. ¿Lo vamos a hacer quemando petróleo o con energías limpias? Se habla mucho de ampliar la Ruta 32 (ya adjudicada) y también ampliar, del otro lado del río, la Ruta 27, pero nadie en la primera vuelta campaña habló de ferrocarril a ambos puertos. ¿Porqué--en lugar de quemar más petróleo con furgones--sacamos nuestra carga del GAM por la vía férrea, e invertimos en un tren eléctrico a ambos puertos?
5. Si el derecho de vía del Ferrocarril al Pacífico y el Ferrocarril al Atlántico es un derecho de vía nacional, propiedad de la nación, ¿porqué no actuamos de inmediato? ¿Es tan fuerte el lobby de camioneros que todavía impide que ningún gobierno puedo hacer eso?
6. Y la cereza del pastel, lo que nadie le preguntó a los candidatos en la 1ra vuelta: SORESCO. La absurda refinería... ¿No sería lógico cancelar ese proyecto totalmente, y renegociar esos 1.600 millones de dólares con el gobierno de China para construir el ferrocarril eléctrico al Atlántico? ¿Se seguirá con lo de SORESCO y con la estrategia de seguir quemando petróleo, a lo cual apostaron los últimos dos gobiernos?