Por Jaime Ordoñez
Por lo visto, aquello de la "gradería de sol" que anunció don Beto Cañas era sólo el inicio...¿Por qué hubo tanto repudio de la ciudadanía a los actos del pasado 1 y 2 de mayo en la Asamblea Legislativa? ¿Por qué tanta indignación? Creo que la gente siente que los partidos políticos en Costa Rica se han degradado.
La imagen de pastores evangélicos tomando la presidencia de la Asamblea Legislativa (en acuerdo con el PLN y 4 diputados del FA) nos hace retroceder un siglo y medio. Nos hace retroceder al oscurantismo medioeval, más allá de Tomás Guardia en 1870 y de la generación de nuestros patriarcas liberales, Jesús y Ricardo Jiménez, promotores del secularismo y de la Costa Rica moderna. Un PLN que traiciona incluso a sus fundadores, gente como don Pepe o Daniel Oduber (personas cultas, quienes creían en el Estado laico).
El otro día me encontré a un dirigente del PLN de Guanacaste y le pregunté sobre el asunto. Y me contestó sin sonrojarse— "Lo que pasa es que esos partidos religiosos suman mucho…". A eso hemos llegado, pensé para mis adentros. "Suman mucho….", ese pragmatismo burdo es lo que tiene hoy destrozada nuestra política. Ganar y llegar a toda costa, traicionando incluso orígenes y esencias.
El propio Papa Francisco, un hombre culto, está diciendo hace más de 4 años que lo mejor para las sociedades es el Estado Laico. Pero el pensamiento medioeval y pesetero de algunos en Costa Rica es más papista que el Papa: han encontrado un oscuro y gran negocio en esa mezcla de púlpitos y curules.
La foto al pie de un bailongo reciente en el Salón de Expresidente de la Asamblea Legislativa es una metafora. No tengo nada contra el baile. Lo que pasa es que sumado a todo lo dicho arriba, creo que es la gran metáfora de la Costa Rica actual. Lo de la "gradería de sol" que decía Alberto Cañas era sólo el inicio. Y todo pagado con nuestros impuestos!
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